miércoles, 9 de febrero de 2022

Titane. Julia Ducournau, 2021

Por lo leído y oído parece ser que a muchas personas les sorprendió, les desconcertó, les turbó y perturbó Titane. Aseguran que, viéndola, vivieron una experiencia singular, visceral, original, corrosiva…


Algunos escribieron que Titane sublimaba el cuerpo, que habría un sugerente y profundo campo de trasgresión, que rompía tabúes, exploraba la identidad humana, …

En fin, una sobrepuja de adjetivaciones con un punto común: les parecía un film original, rompedor, novedoso, atrevido, cuestionador, desestabilizador, etc. etc.

Y yo, que acabo de verlo, me pregunto ¿pero es que esta gente no ha vio ninguno de los primeros Tarantino, ni nada de Cronenberg, por ejemplo? ¿Ni siquiera vio El resplandor? ¿ni siquiera Alien? ¿no vieron Under the Skin? ¿No ha visto ninguna serie de aberraciones variadas, asesinos compulsivos, monstruitos, cybords, transhumanos, etc.? ¿nada de gore, ni de terror? ¿No? ¿nunca se ha sentado delante de una pantalla donde chorreen vómitos, asesinatos crueles, injustificados, inesperados –pero mostrados con todo lujo de detalles-, sexo en todas sus modalidades, seres deformes y brutales, violencia gratuita, etc. etc.? ¿Pero de dónde salen estos críticos que se quedan tan pasmados viendo Titane? ¿Es que hasta que vieron Titane solo habían visto pelis Disney?

Y ya los que alaban su belleza visual… Madre santa…

En fin, vaya nivel el de Cannes si esa fue la Palma de Oro…

Pero lo mejor, en fin, la crítica que me dado la puntilla y me ha dejado y con los ojos a cuadros ha sido la de L’Humanité (periódico del Partido Comunista Francés) que, después de unirse a la ristra de alabanzas ditirámbicas acaba considerándola “ferozmente feminista”.

Menos mal que me pilló sentada…

Cierto, esto de que el PCF ande a la quinta pregunta en lo relativo a los derechos y las reivindicaciones de las mujeres, o sea, al feminismo, viene de lejos. Quizá de siempre. Recordemos que ya cuando Simone de Beauvoir publicó El segundo sexo, la denigraron a fondo. Con lo de siempre, ya sabéis: burguesa que divide al movimiento obrero y lo desvía de sus justas luchas, (lo de dividir es un mantra, ya sabéis: en cuanto pedimos algo de lo nuestro nos piden que nos callemos para no dividir) etc. etc.

Bueno, pues, casi 75 años más tarde, el PCF sigue impertérrito, sin tener ni idea de qué es el feminismo. Pero, claro, como los tiempos han cambiado, ahora ya no lo denigra así, directamente. Ahora hay que considerarse feminista y luego, a esa palabra se le puede colgar el significado que cada cual quiera. Y si el contenido que se le da a la palabra feminismo, no tiene nada que ver con los problemas reales de las mujeres, mucho mejor, sin duda.