La prostitución en el cine: una historia de agitación y propaganda[1]
Pilar Aguilar
Prisioneras
entre muros cambiantes. A menudo, cuando pienso en la situación de las mujeres,
me vienen a la mente esas palabras de Cernuda[2]
(aunque, como pueden figurarse, él no las decía refiriéndose a nosotras). Hemos
derribado en muy poco tiempo enormes y variados muros: legales, mentales,
espaciales, profesionales… pero comprobamos que algunos se vuelven a
reconstruir un poco más allá, con otra forma y con otros materiales. No estoy
negando nuestros enormes avances -pues hacerlo equivaldría a olvidar los velos,
ataduras, prohibiciones, sometimientos en los que vivíamos no hace tanto- pero forzoso
es constatar que seguimos prisioneras entre muros cambiantes, algunos de los
cuales parecen inamovibles.