sábado, 5 de octubre de 2019

Un día de lluvia en Nueva York (Woody Allen, 2019


Creo Woody Allen es un realizador sobrevalorado. Y lo digo sin mezclar para nada en mi juicio sus asuntos personales.
Algunos de sus films -digamos media docena- son claramente buenos, otros pues vale, se dejan ver y/o entretienen y otros resultan bastante plastas y facilones. Pero, desde luego no es un genio. Aunque muchos lo veneran como tal (les pasa exactamente igual con Clint Eastwood, aunque en registros diferentes por los que les impacta en uno y otro es muy distinto).

Pero leí y escuché críticas tan elogiosas de Un día de lluvia en Nueva York, que, nada más llegar a París, me fui a verla. Me dije: "Será un buen film de Woody Allen. Why not? Ya le toca. Ahora o nunca".
Me decepcionó mucho, mucho.
Es una películas manida y pavisosa con gracietas que, al menos a mí, me dejaron indiferente. Y no creo que solo a mí. En la sala –que estaba totalmente llena- no se oían risas y mira que eso es difícil porque hay gente “pa tó”, hay gente muy benevolente y hay gente muy adoradora de Allen que se sientan en la butaca ya psicológicamente condicionados a ver y oír genialidades.
Aunque los personajes son dos jóvenes, todo suena viejo. El film está construido como una serie de sketch. Los escenarios varían, pero, el lenguaje cinematográfico es pobre y repetitivo.
Y, ya pasando a mayores, os diré que es muy misógino. La chica es de esa especie de seres absurdos que pueblan ciertas comedias americanas: parpadeo, sonrisa boba, bien intencionada y, por lo tanto, dispuesta a empeñarse e implicarse en las tareas, pero, la pobre, no da más de sí. Para rematar su incultura (o su estupidez), cree que unas frases donde hablan de taxis pueden ser de Shakespeare...
Ya, de entrada, es que no te crees que ese chico que va de listo (demasiado para mi gusto: toca el piano, canta, ha leído todo, y, encima, gana al póker, aunque, eso sí, desprecia el dinero…) pueda estar enamorado de ella. Y, de hecho, lo dice, pero no se ve. Así, en la primera escena, cuando ella llega, ni se besan… Vamos, anda… Dos jóvenes en pleno flash amoroso que, al verse, ni se besan (ni poco ni mucho) solo se dan un abracito.
Y de los demás personajes femeninos también habría mucho que decir, con ese toque Pretty woman, incluso... pero no cuento más por si os animáis a verla. Que, no sé, puede que os guste.
A mí, ya digo, se me hizo eterna a pesar de que dura 1,35h.
Aquí tenéis el tráiler: 
https://www.youtube.com/watch?v=6wuTmcCQjL8



1 comentario:

  1. Acertadísima apreciación. Acabo de verla y la sensación de haberme comido un bodrio de diálogos pobres me inunda. Inverosímil a rabiar. Con un humor que pretende ser inteligentísimo pero que recurre a la más manida y rancia misoginia. Leí por ahí que alguien decía que era "inocua, como una gelatina". Da miedo que todo este ideario esté asumido en el imaginario colectivo. Demasiados clichés. Demasiado dañinos.

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