domingo, 6 de noviembre de 2016

Apuntes breves sobre mostración y el ocultamiento del lesbianismo en el cine: La Banquière


La acción de La Banquière (Girod, 1980) transcurre entre las dos guerras mundiales. La protagonista, Emma Eckhert (interpretada por Romy Schneider) es lesbiana. En el film queda dicho sin ambages, se la ve en los cabarets ad hoc, va vestida “como tal” (pero va divinamente vestida porque es rica), etc.

Bien, pues en un momento dado de la peli, la protagonista, Emma Eckhert, inicia una relación con un hombre (que, por cierto, recuerda clavadito a Malreaux de joven) ¿Puede una lesbiana sentir "debilidad" por un varón e incluso por varios? Claro, claro y claro. Esa posibilidad ni se discute pero, a lo que voy: ¿resulta, sin embargo, coherente que todas las escenas de cama que se muestran en el film, todos los momentos pasionales y eróticos, los besos amorosos… sean con este hombre? Es más: ¿resulta coherente que, cuando se la ve con su amante mujer, siempre se trate de escenas desagradables donde ambas se intercambian desprecios y reproches?
Aunque se hayan realizado películas sobre homosexualidad y lesbianismo, son amores y opciones sexuales que siguen ocultos y marginados en el cine. Basta con recordar Alejandro Magno (Oliver Stone, 2004), Troya (Wolfgang Petersen, 2004), 300 (Zack Snyder, 2007), películas que, sin embargo, ilustrarían perfectamente la teoría sostenida por los griegos (creo que concretamente por uno de los comensales de El banquete de Platón) de que un ejército compuesto por parejas de amantes (varones, claro) es mucho más valiente y eficaz.
Y no se trata solo de cine de Hollywood. Así, el documental Simone de Beauvoir, On ne naît pas femme... realizado por Virginie Linhart en 2007 (o sea, hace cuatro días) no hay ni una sola o leve alusión a sus historias lésbicas y eso que:
a) le costaron la expulsión del instituto de enseñanza media donde era profesora tal y como está documentado en los archivos de la inspección.
b) en las cartas que se escribieron Sartre y ella hablan de aventuras erótico-amorosas con mujeres.
c) todavía están vivas algunas de las que fueron sus amantes.

¿Importan estas opciones representativas? Pues sí, importan y mucho porque no debemos olvidar esta verdad primaria del relato audiovisual (en la que yo siempre insisto e insisto en mis cursos y conferencias aunque no sé si consigo que me crean): lo que se ve en la pantalla es el mensaje. Una película, puede decir misa, pero, para l@s espectador@s lo que cuenta es lo que se les muestra.
De hecho, la contradicción entre lo que se ve y lo que se dice es un procedimiento muy utilizado por la ficción audiovisual y se practica con diversos objetivos: trasmitir un mensaje opuesto al que aparentemente se anuncia, pervertir y complejizar las propuestas, etc. Fritz Lang lo puso magistralmente en práctica desde su primera película sonora: M, el vampiro de Düsseldorf (1931).
El procedimiento funciona en todos los aspectos. Así podemos preguntarnos: ¿Es de verdad prostituta Vivien (Julia Roberts) en Pretty woman? Ni hablar. Su “profesión” solo es un dato descarnado, sin significado real alguno en la percepción de los espectadores. ¿La vemos, acaso, ofrecerse a algún cliente que no sea Richard Gere? ¿La vemos como la sodomizan por 30$? ¿cómo hace felaciones a los puteros por 20$? No, claro que no. Si de verdad construyeran un personaje de prostituta con lo que ello conlleva no podríamos instalarnos en esa zona de confort romántico/sentimental que el film nos ofrece.
Por lo tanto ¿es importante mostrar lo que en teoría el film dice que ocurre? Sí. Mucho.
Y volviendo a tema erótico-amoroso: la opción tanto de mostrar como la de solo decir o insinuar son perfectamente válidas. Ese no es el problema. El problema es si solo muestran un aspecto y ocultan otro. Si en La Banquière muestran encuentros amoroso-sexuales-pasionales no deberían limitarse a los que la protagonista mantiene con “el hombre" sino también a los que mantiene con mujeres.
Dicho esto, tampoco está todo dicho, ni mucho menos.

Os recuerdo mi crónica sobre La vie d’Adèle
http://pilaraguilarcine.blogspot.fr/2013/11/la-vie-dadele-entre-le-placer-y-la.html

Y sobre La belle saison (un amor de verano)
http://pilaraguilarcine.blogspot.fr/2016/07/la-belle-saison-un-amor-de-verano.html

1 comentario: