Igual que si comparo la brutalidad que sufren las mujeres con la que se inflige a los animales.
Entienden que, al comparar, estoy minusvalorando esas barbaries. Y no. Las traigo a colación porque, al cotejarlas, se percibe claramente hasta qué punto el patriarcado condiciona y pervierte nuestras mentes y nuestras emociones. Hasta qué punto la violencia patriarcal hacia las mujeres es la que más permisividad encuentra, la más normalizada.
Y, sin embargo, es la más feroz, la más extendida, la más cruel y la más resistente.
Reproduzco aquí un artículo publicado en:
http://www.huffingtonpost.es/pilar-aguilar/afganistan-iran-mujeres-gays-transexualidad-lo-que-nos-dice_a_22139419/
Y voy a ilustrar la entrada no con un fotograma de las películas que comento (de las que incluyo el traíler más abajo), sino con uno de una de las películas que ilustran el calvario de las mujeres en Irán: El círculo que es, además, una de mis películas preferidas de los miles que he visto.