sábado, 17 de abril de 2021

Tetro. Francis Ford Coppola. 2009

 Volví a ver, diez años después, "Tetro" el film de Coppola. Entendí por qué solo recordaba imágenes y poco más. Porque es lo único que se salva.


El guion es suyo y es de espanto. Y te preguntas: cómo un hombre, ya de una cierta edad, curtido en cine y que ha hecho grandes películas no se da cuenta de que este melodramón es un bodrio, infantiloide, torpe, trillado, increíble ¿Tanto les ciega su ego?

Al final de la peli (que, encima, dura dos horas y 7 minutos) ya no puedes más.

Ni en el contenido ni en la forma, ese guion vale un duro: manido hasta la náusea en todos sus pormenores y, para más inri, la archi sabida historieta de padre/hijo, esa que incansablemente nos cuenta el cine. O sea: las mujeres paren, cuidan, ejercen de madres hasta el deslome, pero a ellos lo que les importa en la historia con su papá.

Y sí, ese sigue siendo el papel de las buenas mujeres (como es Maribel Verdú en esta peli) cuidarlos, comprenderlos, amarlos, consolarlos, aguantarlos, estar ahí, en segundo plano, atentas por si se las necesita.

Y las que no son así es porque son histéricas, manipuladoras, crueles, putonas y ávidas de pervertir y dominar a los pobres hombres...