viernes, 28 de febrero de 2020
lunes, 10 de febrero de 2020
José Luis Cuerda. Al César lo que es de César y, a las mujeres, lo que nos pertenece
No escribo estas líneas
como ataque personal a J.L. Cuerda, ni como menosprecio a su trabajo, pero, que
le valore como director no significa que deba obviar una mirada crítica
sobre su obra.
Ciñéndome La lengua de las mariposas (1999) y
desde el análisis crítico feminista, voy a exponer algunos puntos.
jueves, 6 de febrero de 2020
Kirk Douglas ¿Espartaco o Senderos de gloria? el cine y la historia.
Que conste que un film,
hable del futuro o hable del pasado, siempre habla del presente. Pero, cuando
evoca hechos históricos, puede hacerlo con más o menos veracidad.
Así, por seguir con films
de Kirk Douglas, Espartaco es pura
invención hollywoodiense (como aquella otra de El Cid, de Anthony Mann con
Charlton Heston, que tanta risa da) mientras que Senderos de gloria es muy verídica.
Ni Espartaco ni los otros
esclavos que se rebelaron luchaban contra la esclavitud. En aquel mundo, muy
pocos (no sé si alguna cabeza privilegiada) concebían que era posible un mundo
sin esclavos. ´
Espartaco no pensaba que
hubiera que abolir la esclavitud. Espartaco se rebeló contra “su” esclavitud
porque consideraba que, según las leyes romanas de la época, él no debía ser
esclavo. No le quito mérito a su atrevimiento, porque podía haberse “resignado”,
pero la historia es la que es.
Y los otros que se rebelaron,
lo hacían desesperados, por huir de una muerte cercana y cierta (una cosa eran
los esclavos domésticos y otra los que trabajaban en las minas, por ejemplo, que
morían como chinches). Puestos a morir, preferían hacerlo viendo la luz del día. Era un gesto de absoluta desesperación. No es creíble que ellos tampoco concibieran un mundo sin esclavitud (salvo que procedieran de una tribu africana donde la esclavitud no se conocía). Y digo como con Espartaco, no estoy quitándoles "méritos". Yo hubiera
hecho igual, pero la historia es la historia.
Y si esa película se pone
en clase, más que empalagar con la glorificación de los héroes, conviene
reflexionar en cómo ciertos conceptos sobre derechos humanos tardan siglos en
abrirse paso. Y esto sirve para reflexionar sobre los derechos humanos que aún siguen siendo pisoteados y sin que una mayoría de la población se inmute. La prostitución, sin ir más lejos. Viene como anillo al dedo para ilustrar a quienes la justifican diciendo: "Siempre la hubo y siempre la habrá". Como la esclavitud hasta hace cuatro días se decía lo mismo...
Y, hablando de prostitución,
el episodio con Jean Simmons es de llorar ¿os imagináis los dueños de esclavos “echándoles”
prostitutas a los gladiadores para que tengan “una alegría” antes de morir? ¿Os
imagináis que, caso de hacerlo, pondrían a su disposición a una chica tan guapa,
tan bien comida y vestida, con todos sus dientes?
La cruel realidad es que la prostitución
era una de las peores formas de esclavitud. Y, cierto, Jean Simmons hubiera
podido ser esclava prostituta, primero en casa de un rico, luego en burdeles también
para ricos, luego, a medida que se fuera degradando físicamente (o sea, en poco
tiempo) irían rebajando su categoría. Y cuando llegara al estado de “puta
para esclavos”, ni os cuento. Y puestas a ser verídicas, allí mismo, cuando se
la regalan a Espartaco para una noche “de amor”, antes, toda la tropa que cuida
y vigila a los gladiadores, se la habría “cepillado”.
O sea, llegaría medio
muerta.
Por el contrario Senderos
de gloria sí es bastante verídica. Cierto que, cuando se rodó, solo habían
pasado cuarenta años de los hechos narrados. Vivían aún los que escaparon de la
muerte en la Primera Guerra Mundial.
Aunque se presenta como
ficción, está ampliamente basada en la realidad. Y, en concreto, en el famoso
episodio de Le Chemin (o le sentier) des dames que quedó grabado a fuego en la
mente de muchos franceses, aunque con ambivalencia.
Los hechos fueron estos:
la batalla del Chemin des dames duró cinco meses y fue una carnicería en toda
regla. Por las cartas y otros testimonios de los soldados franceses, se sabe
que, al empezar, todos estaban henchidos de patriotismo “Vive la France”, etc.
Pero, solo en 15 días (concretamente desde el 16 al 30 de abril) murieron 30.000 (sí, 30.000) y sin avance considerable. Los lanzaban al ataque y caían como
moscas.
Algunas compañías (y
algunos soldados por su cuenta) se niegan a seguir. El general Nivelle (de
siniestra memoria) manda reprimirlos por la fuerza de las armas. Se sabe que
los amotinados cantaron La internacional (recordemos la posición de Jaurés y de
Rosa Luxemburgo a la guerra).
Al final, cuando los
controlan, detienen a 130 y, al día siguiente, fusilan a cinco para que los demás
tomen nota.
En total, durante los
meses que duró esta batalla, los tribunales militares condenaron a 3.427 soldados
de los que 554 fueron fusilados.
Se calcula que murieron
más de 200 000 franceses y otros tantos alemanes.
Y sí, al final, “las
gallardas tropas” consiguieron el objetivo fijado por sus gallardos (sin comillas), chulos, obcecados
y desvergonzados mandos. Pero ojo, pocos meses después, los alemanes volvieron
a la carga y desalojaron a los franceses de nuevo… En La grande illusion de
Renoir (1937) hay una escena que refleja esos siniestros vaivenes: después de una intensa
batalla (o sea, una intensa carnicería) se consigue conquistar un lugar; poco después, ese
lugar es de nuevo reconquistado por los alemanes. Los prisioneros franceses
comentan (para consolarse, cierto) “Para lo que debe quedar del pueblo”…
Mirad la foto:
En resumen, Senderos de
gloria, sí refleja la realidad de lo ocurrido en aquella guerra.
Y sí nos puede servir
para reflexionar sobre la guerra, sobre el poder, sobre el nacionalismo: ¿por
qué se declaró? ¿a quién beneficiaba? ¿quién moría? ¿cómo se “trabajó” y se exacerbó
durante meses el sentimiento nacionalista
antes de llegar a la declaración de guerra? ¿cómo y por qué fueron asesinados los líderes
socialistas y comunistas que se oponían a la guerra (Jaurés y Luxemburgo,
citados antes)?
¿Cómo vivimos la memoria
histórica? Porque solo muy recientemente en Francia se ha empezado a hablar de
manera crítica contra esa y otras carnicerías elucubradas por los generales bien
guarecidos en sus cuarteles. No que no se supiera, pero no se hablaba.
La censura se ejerció desde el primer momento y no solo durante la guerra. Así, La chanson de Creonne https://www.youtube.com/watch?v=wGrdG85mmL0 estuvo prohibida hasta el
76.
Foto: la calle principal de Creonne (sí, sí: la calle principal de Creonne).
Los profesores de
Francés, tienen, además un gran ramillete de canciones antimilitaristas a su disposición: La
guerre du 14-18 de Brassens, Monsieur le Président de Boris Vian (guerra de
Argelia), Le dormeur du Val (poema de Rimbaud cantada por Reggiani https://www.youtube.com/watch?v=u8-qu6hDeLU
En fin, una clase de
historia y un baño de realismo para contrarrestar tanta “heroicidad” como se
tragan, tanta batalla y peleas bestiales como contemplan constantemente en films, videojuegos, series.
Una clase de historia que sirve para el presente. Y ahí reside el interés de estudiar historia, creo yo.
Una clase de historia que sirve para el presente. Y ahí reside el interés de estudiar historia, creo yo.
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