Robin y Marian (Richard Lester, 1976). Sigue siendo una buena película, sin duda. Con sus más y sus menos.
Para mí hay un menos insalvable: Mientras Robin tiene vida, aventuras, amigos y enemigos, pasiones, desencantos, amores (incluido el de su fiel John que lo quiere a rabiar, que lo ama con un amor sin tacha aunque, siguiendo el guión tan esquizofrénico de la cultura patriarcal, ambos no se puedan enrollar sexualmente). Marian solo le tiene a él.
Se supone que, cuando eran jóvenes, Robin y Marian se amaban pero, un día, Robin se va a las cruzadas, sin ni siquiera despedirse de Marian. Ésta cree morir y, de hecho, intenta suicidarse. Como no lo consigue, se mete a monja (una manera de ser fiel a Robin, claro, esa de meterse a "esposa de Cristo).
Al cabo de años y años, cuando él vuelve, le dice "Ven". Ella, lo deja todo, por supuesto.
Y no me digáis que es por la época... Sabemos que cada uno y una tenemos vida aunque no nos vayamos a las cruzadas. Solo las mujeres de cine no tienen vida, solo "amor", el que él se digne darle.
Y no me digáis que es por la época... Sabemos que cada uno y una tenemos vida aunque no nos vayamos a las cruzadas. Solo las mujeres de cine no tienen vida, solo "amor", el que él se digne darle.
Claro que las hay peores... Por ejemplo: "Calvary",
Ea, en esas andamos aún. Y a mí me da un asco...
Y nos preguntamos cómo acabar con la violencia machista... Sin cambiar estos relatos modélicos, imposible.
Y nos preguntamos cómo acabar con la violencia machista... Sin cambiar estos relatos modélicos, imposible.
Y no tiene guasa hacer una peli donde el prota es un cura estupendo...
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